No temas porque yo estoy contigo

Esta página ha sido diseñada para transmitir mensajes cristianos. El que Cambio Mi Vida, nace con la idea de poder llegar a otras personas que como yo un dia creyeron que no habia esperanza. Solo puedo decir que el Señor me ha enseñado a depender de El, a confiar en El y me ha preparado para servir en el ministerio como consejera, maestra, amiga y procuro servir de la mejor manera. Estoy muy agradecida por su amor y su perdón, por lo que hizo por mi, cuando ya nada tenía sentido. Estoy segura que para el Señor nada es imposible, rompe limites y para El no existen fronteras. Jesús te ama y por eso declaro que su fidelidad es grande y su amor eterno. Bienvenido y bienvenida a este blog y espero que sea de mucha bendición para tu vida.

lunes, 4 de junio de 2012

El cuidado de nuestros hijos

Pues he aquí que concebirás y darás a luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza, porque el niño será nazareo a Dios desde su nacimiento… (Jueces 13:5).
Sansón fue un hijo deseado por sus padres. Su madre era estéril y fue el ángel de Jehová que le anuncio que siendo ella aun estéril concebiría y daría a luz un hijo, que es Sansón y que sería consagrado para Dios. (Jueces cap. 13:3). Este niño sería Nazareo a Dios desde su nacimiento hasta el día de su muerte (v.5-7b.). Les fue enseñado a sus padres como debían criarlo, el cual debía andar con rectitud, haciendo lo bueno, pero su corazón se inclinó a hacer lo indebido y a ser  desobediente con sus padres. Fue un hijo tenaz, sabiendo que debía escoger esposa de dentro de su pueblo se fue en busca de cualquier mujer, no debía beber vino lo cual hizo, lo que lo condujo a la destrucción y muerte.
Todo padre espera a sus hijos con alegría. Son nuestro motivo de gozo desde el momento de la concepción, no digamos en el caso de una mujer que por su esterilidad no pueda concebir y cuando lo logra es un milagro, no hay duda que deseará consagrar su hijo a Dios, como lo hizo Ana la madre de Samuel.
Un corazón obstinado se apoya en su propia prudencia (Prov. 3:5), menosprecia el consejo y la reprensión (Prov. 5:12), anda pensando en el mal en todo tiempo (Prov. 6:14),  maquina pensamientos inicuos y sus pies corren tras el mal (Prov. 6:18), como saeta corre hacia la red y no sabe que es contra su vida (Prov. 7:23), corre hacia la mujer ajena, se deja atrapar de la astuta, de la ramera (Prov. 7:10), su fin es camino de muerte.
La Palabra dice: que la necedad está ligada al corazón del muchacho, pero la vara de la corrección la alejará de él (Prov.22:15).  Padre, madre, corrija a su hijo a tiempo, no deje que se pierda, no lo llore cuando ya todo está perdido, el árbol se endereza desde pequeño, se poda, se le quita la maleza, se nutre, alimenta y se le da amor y disciplina.  A los hijos no hay que darles todo lo que pidan si lo hace comenzara a destruirlo.  Tiene que enseñarles a ser agradecidos, enséñeles a la luz de las Escrituras, moldee su carácter y pídale al Señor sabiduría, dirección, no desmaye ante sus hijos, levántese y declare para su casa tierra fértil que fluye leche y miel.  El cuidado de nuestros hijos nos corresponde a nosotros.  El camino que ellos elijan lo harán según lo que les haya sembrado en su corazón y aun cuando se aparten volverán a Cristo si de verdad lo han conocido.
Dios le continúe bendiciendo.  Si necesita oración o consejo escriba a yireh16@yahoo.com.ar

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