Y haga Jehová como bien le pareciera (2 Samuel 10:12)
Cuantas veces Dios ha tocado la puerta de tu corazón y te ha hecho sentir algo especial, y estas con él mientras lo necesitas y te apartas cuando ya te sientes fuerte. No sientes ningún remordimiento al haber conocido del Señor y luego apartarte y creer que en tus propias fuerzas puedes hacer las cosas.
Yo realmente me siento mal, por esas cosas que pasan, porque he podido comprobar en mi propia vida, cuando ya nada tenía sentido, cuando posiblemente me aguardaban las puertas de la muerte cuando de allí el Señor me tomó y prometí desde aquel momento en que le entregue mi vida a Jesús que yo andaría en sus caminos, que no me apartaría jamás y cada día desde hace quince años proclamó la bendición de Jehová y lo que menos deseo es apartarme de su camino. ¿Sabe por qué? Porque lo que Dios ha hecho en mi, nadie lo haría. El valor que me ha dado, el precio de su sangre por mi vida tiene un alto precio.
Tomo el pasaje en forma personal de Isaías 41:10 “No temas porque yo estoy contigo, no desmayes porque yo soy tu Dios quien te sostiene y te dice no temas”. De allí nace el nombre del diario devocional “El que cambio mi Vida” y deseo que estos artículos puedan llegar a muchas personas alrededor del mundo y se traduzca a otros idiomas, también poder viajar a otros lugares llevando el mensaje de salvación. Aun allí, no podré pagarle al Señor todo lo que ha hecho por mí.
El dice, “esfuérzate y esforcémonos”, es decir haz tu parte, yo haré la mía. En el caso del rey David el Señor le guio, lo oriento, le dijo cuando moverse y cuando no. Muchas batallas fueron libradas otras fueron perdidas, pues no siempre se gana para que uno no se vanaglorie y para que la gloria sea de Jehová. Anímese, esfuércese, sea valiente, los cobardes no heredarán el reino de Dios. Si siente algo especial en su corazón tocado por el Espíritu Santo no se niegue acepte al Señor y todo lo que quiera para su vida.
Dios le bendiga y le guarde.