No temas porque yo estoy contigo

Esta página ha sido diseñada para transmitir mensajes cristianos. El que Cambio Mi Vida, nace con la idea de poder llegar a otras personas que como yo un dia creyeron que no habia esperanza. Solo puedo decir que el Señor me ha enseñado a depender de El, a confiar en El y me ha preparado para servir en el ministerio como consejera, maestra, amiga y procuro servir de la mejor manera. Estoy muy agradecida por su amor y su perdón, por lo que hizo por mi, cuando ya nada tenía sentido. Estoy segura que para el Señor nada es imposible, rompe limites y para El no existen fronteras. Jesús te ama y por eso declaro que su fidelidad es grande y su amor eterno. Bienvenido y bienvenida a este blog y espero que sea de mucha bendición para tu vida.

martes, 10 de julio de 2012

La luz que nos resplandeció.

Nos ilumina el camino al cielo. (Isaías 8:21-22).
No habrá oscuridad, dice el Señor, para quien siempre ha estado en angustia, a los que vivian en sombra de valle de muerte, el pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz, los que moraban en tierra de sombra y de muerte, luz resplandeció sobre ellos.
¿Quién es la luz? El mesías prometido, Jesucristo.  El reino de los cielos ha llegado, Dios es trascendental tan lejano y tan cercano a la vez (inmanente), Jesús es la luz del mundo.
La LUZ en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la LUZ, a fin de que todos creyesen por él.  (Juan 1:5,7)
Yo, la LUZ, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. (Juan 12:46).
Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la LUZ, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. (2 Co. 4:6).
¿Andaremos nosotros en luz?  Si o No. Si andamos en luz no andaremos en tinieblas, hagamos de este día un día diferente, un día en que resplandezca en nuestros corazones esa luz inmarcesible, poderosa que traspasa la carne, que llega al alma, que tiene poder para soltar las cadenas del oprimido, del esclavo del pecado y traerle a una libertad victoriosa.
Jesús destruyó el poder del acusador, la luz de Jesús vino y destruyo al enemigo (el diablo), lo venció y hoy nuestro Señor ocupa un lugar especial al lado de su Padre en los cielos, es a través de Jesús que nosotros recibimos la victoria sobre lo que antes nos oprimía. (ver Colosenses 2:14, 15 y Hebreos 2:12).
Que en esta semana seamos luz y la siguiente y el resto de nuestros días, reflejando la armonía, la paz, compartiendo con otros para traerlos de las tinieblas a la luz.  Diga ahora: Yo seré luz a mi familia, a mis vecinos, a mis hermanos en Cristo, a mis compañeros de trabajo, en todo lugar donde esté, Cristo iluminará mi camino, pues El ilumina el cielo.
Dios le siga bendiciendo.