Aunque la visión tarde en cumplirse se cumplirá a su
tiempo (Habacuc 2:3).
Los juicios divinos son verdaderos. Cuanto haga el hombre tarde o temprano estará
dando cuentas al Creador de lo que hizo en su vida. Destrucción viene para el opresor. Cuantas personas
vamos por el Camino, algunos con pruebas difíciles de soportar, pero que el
Señor ha dicho soporten, esperen, tengan paciencia, no hay prueba que el hombre no pueda soportar. Y uno dice: No puedo. No puedo seguir y muchos se rinden en el
camino. Dejan de creer en las promesas.
Una de las causas por las cuales no alcanzamos las
promesas es por la duda que el enemigo trae a la mente: “Ya ves dice que Dios te
ama, que él es amor, que murió por ti y mira como te tiene”. El que escucha la voz del enemigo caerá, y caerá
en sus trampas porque su fin es que la persona murmure contra Dios y que se
vaya a su lado.
Creyente no olvide: el justo por su fe vivirá. La fe es el sustento del alma, no importa que
sus ojos no vean la luz, esta la vera, quizás
su problema haya llegado al límite que usted puede soportar, pero no se desespere,
piense que en algún momento saldrá al otro lado del mar. Recuerde El Señor peleará por usted, peleará
por los suyos, aférrese a lo que dice la Escritura no se hunda en sus propios
pensamientos, la mente muchas veces es utilizada por el enemigo, solo hay un
lugar donde no puede llegar, es a su corazón
cuando ha sido lavado por la sangre de Cristo, si usted no le permite cabida al
enemigo no entrara.
Las promesas del Señor se cumplirán, aunque la visión
tarda en cumplirse, se cumplirá a su tiempo, no fallará. Aunque tarde, espérela,
porque sin duda vendrá, no tardará. Aquel cuya alma no es recta se enorgullece;
mas el justo por su fe vivirá (Habacuc 2:2-3). El que lo ha prometido no mentira, téngalo por
seguro. El Señor cumplirá sus promesas,
no hay duda, nuestro Dios es grande y sabe por lo que estamos pasando, no dejará
solo al caído. Es tiempo de clamar, perseverar, confiar, la única condición que
el Señor pone es confiar y hacer oración.
¿Tiene usted el alma recta? ¿Tiene usted el alma orgullosa? ¿Considera justos sus caminos? Si lo tiene ore al Señor y dígale paso a paso
que usted quiere que El cambie. Espere y
confié en Jehová y le dejo dos versículos para que medite en ellos en Habacuc
3:17-19. Dios le
continúe bendiciendo.