Jehová me salvará (Isaías 38:20,22)
¿Qué señal tendré de que subiré a la casa de Jehová?
Señor enséñame este día a medita y considerar mis caminos delante de ti. Aquí está
mi alma para hablar contigo, conoces mis
pensamientos y no hay nada escondido que tu no lo conozcas.
Isaías 38 relata el milagro que recibió el rey Ezequías,
ante el anuncio de parte del profeta Isaías
que Dios le mandaba a decir. En aquellos
días Ezequías enfermó de muerte. Y el profeta Isaías vino a él y le dijo: Esto
dice Jehová: ordena los asuntos de tu casa, porque vas a morir, ya no vivirás. (v.1)
Que sentiría usted si Dios le dice en esta hora: alístate,
prepárate, porque vas a morir. Muchas veces estamos más aferrados a la vida,
como algo que nosotros podemos manejar y pertenece. Casi nunca pensamos que hemos de morir, es fácil
de decirlo, claro un día moriré. Pero
cuando alguien enferma lo primero que hacemos es pedir oración por la vida de
la persona para que Dios le prolongue sus días. Al igual al final llegaremos al
portal de la muerte. Casi nunca pensamos
en ordenar los asuntos, que el Señor menciona, como por ejemplo la herencia. Quienes
heredaran lo que tenemos, ya sea una casa, un carro, los utensilios de la
cocina, nuestros libros, sea poco o sea mucho usted tiene algo en uso. Es lo
que menos hacemos y aun mucho menos poner en orden nuestra vida espiritual. Se habrá peleado con alguien, tiene rencores
hacia alguien, no ha perdonado, ha puesto su vida para que Dios la examine y
sentirse limpio o limpia de cualquier contaminación. ¿Ha pensado en cuanto ha
pecado sin haberse arrepentido?
El rey Ezequías se sintió triste, en ese momento
humillo su corazón delante de Dios contra la pared y oro diciendo: Jehová te
ruego que recuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con integro corazón,
y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos” y lloro Ezequías
con gran llanto.
¿Está usted preparado para hablar con Dios y decirle
como ha andado en su vida? ¿Está usted preparado para el encuentro con
Jesucristo? La muerte debe ser fea, pues
infunde temor, pero Dios ha preparado un tiempo especial para sus hijos, en
tanto pasemos al par de la muerte para llegar al otro lado, no temeremos. Dice su Palabra que mandará a sus ángeles que
guarden nuestros caminos, que aunque andemos en valle de sombra y de muerte no temeré
porque su vara y su callado me infundirán aliento (Salmos 23). Entregue su vida al Señor, dígale que quiere
ser de su propiedad y ríndase: La vida no es nuestra.
El rey Ezequías recibió respuesta, no murió en ese
momento y le fueron prolongados quince años más de vida. ¿Cuántos más quiere usted vivir Usted? Que sus años sean hermosos delante del Señor
y recordemos siempre tarde o temprano tendremos ese encuentro con Jesucristo.
No vea la muerte con temor, piense en lo que le espera más allá. La decisión es
suya. Usted elige. El Señor le salvará. Pero primero vea la señal para subir a
la casa de Jehová.