Todo comienza con Dios
Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él (Col. 1:16).
Naciste por su voluntad y para su propósito. Dios es tu punto de partida, tu Creador. Existes tan solo porque él desea que vivas. Eres creación de Dios y para Dios, y hasta lo que entiendo tu vida no tendrá sentido alejado de Él.
Solo en el Señor encontramos nuestro origen, identidad, sentido, nuestro propósito, significado y destino. Cualquier otra ruta es invención del hombre o un callejón sin salida.
La vida consiste en permitir que Dios te use para sus propósitos y no que tu lo uses para los tuyos.
Piensa en los sueños, define valores, trázate metas, averigua cuál es tu fuerte, dones y talentos. Apunta a la cima y ¡alcánzala! Si eres una persona disciplinada lograras muchas cosas. Cree en ti. Involucra a otros y nunca te des por vencido.
Punto de reflexión: No se trata de mí. Mira el versículo clave: Todo comenzó en él y para los propósitos de Él. Col. 1:16b. (Tomado del libro Una vida con Proposito).
La Palabra confirma nuestro origen y también apunta hacia dónde vamos. Si crees que tu origen fue concebido en el Plan Divino de Dios, piensa por un momento que también hay un final y depende de Usted si quiere ver al Creador en su plenitud.
Dios Padre reconozco que hemos sido predestinados conforme a tu propósito que fueron designados por tu voluntad, a fin de que seamos alabanza para tu gloria, nosotros los que primeramente esperamos en Cristo. Hemos oído tu Palabra de verdad, el evangelio de nuestra salvación y hemos sido sellados con sello del Espíritu Santo. Todo comienza en ti.
