Hay un canto muy lindo que se deriva de un pasaje bíblico que dice así: Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos (Isaías 26:3-4). Me gusta cuando en la Iglesia lo entonamos en un solo coro, sobre todo la paz que el Señor nos da al decirnos que debemos confiar solamente en El.
Cuando llega la noche y leer el Salmos 4, uno siente de nuevo esa paz, esa confianza que aun nuestro sueño será cuidado. Recitar el Salmo 91 (1-7) El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré. El te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.
Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.
También meditar en el Salmo 23 Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Con tantas promesas aun pasando cualquier dificultad solo tenemos que creer. En días reciente me transportaba del trabajo hacia mi casa, e iba pensando en algunas situaciones que están pasando en el trabajo. Iba en el autobús, mis pensamientos fluyendo y de pronto mis ojos se fijaron en un sticker en el espejo del conductor y decía: Confía en Jehová. Me sentí feliz que el Señor desde todo lugar nos está hablando y nos confirma su presencia y cercanía en nuestra vida, porque El conoce nuestros pensamientos. Así que para usted también, es el mensaje confíe en el Señor. Declárelo, aférrese y dependa de Él en todo.
Dios le continúe bendiciendo.
Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia (Salmos 4:1).