No temas porque yo estoy contigo

Esta página ha sido diseñada para transmitir mensajes cristianos. El que Cambio Mi Vida, nace con la idea de poder llegar a otras personas que como yo un dia creyeron que no habia esperanza. Solo puedo decir que el Señor me ha enseñado a depender de El, a confiar en El y me ha preparado para servir en el ministerio como consejera, maestra, amiga y procuro servir de la mejor manera. Estoy muy agradecida por su amor y su perdón, por lo que hizo por mi, cuando ya nada tenía sentido. Estoy segura que para el Señor nada es imposible, rompe limites y para El no existen fronteras. Jesús te ama y por eso declaro que su fidelidad es grande y su amor eterno. Bienvenido y bienvenida a este blog y espero que sea de mucha bendición para tu vida.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Diario Devocional

Acerquémonos pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para su oportuno socorro. (Hebreos 4:16)

El Señor está sentado a la diestra de Dios Padre, su trono debe ser hermoso, majestuoso, rodeado de, arcángeles, querubines, serafines y ángeles. Dios demanda de nosotros santidad para poder acercarnos al trono de su gracia.
Es necesario limpiarnos de toda contaminación y declarar la santidad en nuestras vidas. Muchas personas viven una vida endeble, con fracasos, indiferente a lo que Dios pueda opinar acerca del comportamiento, del trato hacia las demás personas, del vocabulario muchas veces soez o el utilizar palabras corrientes, desagradables al oído, mucho menos delante de la presencia de Dios.
Es necesario limpiarse, apartarse de todo aquello que pueda estarle afectando de su comunión con Cristo. Haga esta declaración:
“Con Cristo estoy juntamente CRUCIFICADO, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20)
No defraude su alma. Cada día uno se da cuenta que la vida es tan corta para poder vivirla. Viva bien, sea feliz, disfrute lo que tiene en sus manos, decida amar en lugar de odiar, sienta la presencia de Dios, no guarde rencores en el corazón.
Acerquémonos pues, confiadamente al trono de su gracia.

Dios bueno, en el nombre de Jesús proclamamos que tú reines, vivas y hagas la obra en cada corazón.