No temas porque yo estoy contigo

Esta página ha sido diseñada para transmitir mensajes cristianos. El que Cambio Mi Vida, nace con la idea de poder llegar a otras personas que como yo un dia creyeron que no habia esperanza. Solo puedo decir que el Señor me ha enseñado a depender de El, a confiar en El y me ha preparado para servir en el ministerio como consejera, maestra, amiga y procuro servir de la mejor manera. Estoy muy agradecida por su amor y su perdón, por lo que hizo por mi, cuando ya nada tenía sentido. Estoy segura que para el Señor nada es imposible, rompe limites y para El no existen fronteras. Jesús te ama y por eso declaro que su fidelidad es grande y su amor eterno. Bienvenido y bienvenida a este blog y espero que sea de mucha bendición para tu vida.

viernes, 3 de febrero de 2012

Diario Devocional

Prosperidad. Serás como árbol plantado junto a corrientes de aguas (Salmos 1:3)
Ha sentido usted la frescura del aire, el movimiento de las aguas a la orilla de un rio con plantación a ambos lados y el deseo de sumergirse en las aguas para refrescar su cuerpo y sentir esa sensación mientras baña. O sentarse a la orilla del rio o quebrada en una piedra y mantenerse en ese ambiente tranquilo. Admirar la belleza de la naturaleza es precioso, contrario a la vida desértica de lugares que no hay deseo de estar allí.
Así transcurre en nuestra vida. Vemos por un lado el tipo de hombre con cualidades y actitudes aceptables. Quien no quiere sentarse a platicar amenamente y disfrutar de un tiempo con alguien que tiene sabiduría, conocimiento, especialmente aquel que escudriña las Escrituras y que son su deleite cada día. (Lea los versículos 1-3) y encontrará que este hombre se compara a un árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae; y todo lo que hace prospera. Las promesas no caen, nuestras peticiones no caen, porque nada puede caer si Dios no lo permite.
Durante un funeral una joven me preguntaba: Dígame con sinceridad, aunque usted es cristiana, estudia la Biblia, si cuando murió su mamá no le falló la fe y dejo de creer en Dios. Mi respuesta fue, yo creo en Dios y lo que permitió fue su voluntad, mi fe no pudo caer si mi madre no sanaba o moría. Ella me respondió, cuando murió mi abuelita, casi mi mamá porque crecí al lado suyo, yo sentí que Dios me había fallado, se llevo a mi abuela y me dejó este dolor adentro que no puedo curar; deje de creer en El en aquel momento no digo que ya no creo. Le contesté: La fe es como la raíz de un árbol plantado que sus raíces son profundas y se alimenta de lo profundo de la tierra. Así nosotros nos alimentamos de esta Santa Palabra, de la fe puesta en Dios. No debemos creer en Dios solamente porque responde a lo que pedimos.
Quiera Dios este día que su vida sea como el hombre que se compara al árbol plantado junto a las corrientes de las aguas. Si su vida corre por la senda de los malos no recibirá las promesas que Dios tiene para usted. Porque Jehová conoce el camino de los justos; mas la senda de los malos perecerá. Elija este día que su árbol sea plantado junto a corrientes de las aguas y todo lo que haga prosperará.
Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a las corrientes echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde, y en el año de sequia no se fatigará, ni dejará de dar fruto. (Jeremías 17:7-8).
El Señor le continúe bendiciendo.