Porque los hijos de Israel subieron y lloraron delante de Jehová hasta la noche (Jueces 20:23)
Ha pensado cuantas veces le ha tocado sufrir y llorar por una situación que tiene que enfrentar tarde o temprano con el enemigo (el diablo), contra sus maquinaciones y detracciones en contra de nosotros los que hemos buscado a Dios. Muchas veces he llorado y con clamor he buscado a mi Dios y cuando quedo en silencio y dejo mi petición en sus manos veo como se mueve su mano de poder y solución hacia aquello que me aqueja.
No es con nuestras fuerzas que vamos a ganar una batalla, sino con el poder y el espíritu de Dios (Zacarías 4:6) . Los israelitas según Jueces 20 fueron en batalla contra los del pueblo de Gabaa de los benjamitas, que estaban haciendo lo malo. Dios les dio la aprobación de ir y que la tribu de Judá fuera al frente. Aun yendo con la aprobación de Dios pensaron que ellos por sus fuerzas ganarían la batalla, solo el primer día del combate murieron 22 mil hombres de guerra de los israelitas, Ellos no se dieron por vencidos y se reanimaron y volvieron a ordenar la batalla, y subieron por la noche y lloraron delante de Jehová y le consultaron si volverían a pelear y les contesto que sí. El segundo día los de Benjamín de Gabaa salieron en batalla y mataron 18 mil hombres israelitas. Entonces, subieron todos los hijos de Israel y todo el pueblo y vinieron a la casa de Dios, y lloraron y se sentaron allí en presencia de Jehová, y ayunaron aquel día hasta la noche; y ofrecieron holocaustos y ofrendas delante de Jehová. Consultaron si saldrían otra vez a pelear contra los benjamitas sus hermanos o si desistirían. Jehová contestó: Subid porque mañana yo os lo entregaré. En el tercer día de la batalla en el enfrentamiento murieron veinticinco mil hombres del os benjamitas. (Jueces capitulo 20)
La historia existe como una evidencia de la existencia de Dios y todo aquel que se va en contra de los escogidos de Dios perderán sus batallas, aun cuando salgamos lastimados no seremos vencidos porque el Dios de los cielos, el Eterno, el Único y Verdadero peleará por nosotros y nuestros ojos verán la justicia y el castigo hacia nuestros enemigos. Una vez más, confíe en Dios, tomemos sus promesas, el enemigo es fuerte pero es más fuerte el que está con nosotros, su nombre es Jehová.
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