Diario Devocional Necesita de Dios

GRACIAS doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; (I Corintios 1:4)
Viajaba en el transporte rumbo a mi trabajo, mire por la ventana una mujer que caminaba con dificultad, casi arrastraba una de sus piernas. La observé pues mi transporte comenzaba a salir y pude ver que ella tenía una prótesis en su pierna izquierda, por eso la dificultad de andar, su rostro tenia dolor, posiblemente recientemente la usaba. Más adelante ya estaba yo en otro bus y un hombre viajaba parado y al momento de bajar el conductor aceleró la marcha y este hombre casi cae al pavimento, luego observé que también tenía dificultad en una pierna y por eso le costó bajarse del autobús.
En la Palabra encontramos muchos casos de personas enfermas, lisiadas, sordos, ciegos, mudos, parapléjicos, dementes, endemoniados, muertos etc. En fin una serie de personas con discapacidades y limitaciones de las cuales muchos recibieron sanidad, no todos. En una ocasión Jesús sanó a un hombre ciego de nacimiento. Sus discípulos le preguntaron diciendo: Rabí ¿Quién pecó, este o sus padres para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó este ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. (Juan 9:2).
Jesús vino a cumplir una obra, con su poder sanó a este hombre ciego de nacimiento, aun con todos los cuestionamientos de los fariseos que preguntaban con que poder lo hacía. La respuesta es retorica, las obras del Dios Altísimo se cumplen. Cuando Lázaro estaba muerto y sus hermanas María y Marta estaban sufriendo su partida, le declaran: Señor, si hubieses estado aquí mi hermano no habría muerto. Contrario a la opinión de otros judíos: ¿No podía éste que abrió los ojos del ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera? (Juan 11:21, 32,37). De igual forma Jesús hizo con Lázaro un milagro, solo bastó su palabra como lo dijo Marta: Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. (v.22). Jesús le contesta a Marta una palabra que es para usted, para mí y para todos, aprópiesela, quédesela, hágala suya y no dude: Jesús dijo: Yo, soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente (Juan 11:25-26).
Aquí lo importante no es como está su condición física, es mucho más importante ¿cómo está su condición espiritual? Tarde o temprano este cuerpo se destruirá, pero es necesario cuidar la parte espiritual, la que no tiene defecto y no muere. Una persona puede vivir con sus limitaciones, los vemos todos los días en la calle, en la familia, el vecindario. De gracias a Dios siempre por esa gracia de Cristo Jesús en su vida. Crea realmente que usted es una maravilla, aunque tenga defectos físicos pero un corazón agradecido y fiel a Cristo Jesús.