Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno. (I Juan 5:19)
El Señor conoce todo de nosotros y conoce nuestros pensamientos. Cuando Jesús le dice a los fariseos “todo reino dividido contra sí mismo quedará asolado (Mateo 12:.25). Si expulsó a los demonios por medio del Espíritu de Dios, eso significa que el reino de Dios ha llegado a ustedes (v.28). La presencia de Jesucristo entre los hombres es destruir el reino de Satanás, de ninguna manera Jesús obraba por medio de Satanás. Jesús es el enviado de Dios. El quiere sacarle de las tinieblas, de ese mundo de oscuridad que no se nota, pero que poco a poco las personas van cayendo y van siendo presas del enemigo.
La destrucción del poder del enemigo es llevada a cabo por un poder superior que es el Espíritu Santo. 1 Juan 4: 1. Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 2. En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 3. y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. 4. Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.
Efesios 2: Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2. En los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3. Entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
El objetivo de Cristo es salvarnos, sacarnos de las tinieblas a la luz admirable (I P. 2:9) y abolir la muerte sacando a la luz la vida y la inmortalidad por el evangelio (2 Timoteo 1:10). Usted debe saber que Satanás tiene poder y no juegue con él, no crea que usted es fuerte y tiene el control, Satanás ejerce un control en las almas de los hombres pero Cristo puede destruir toda obra de maldad. Es necesario que usted se rinda a Jesucristo no tiene otra salida. Cristo pelea por nosotros para salvación y Satanás pelea para perdición. Usted decida. Yo ya decidí.
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