No temas porque yo estoy contigo

Esta página ha sido diseñada para transmitir mensajes cristianos. El que Cambio Mi Vida, nace con la idea de poder llegar a otras personas que como yo un dia creyeron que no habia esperanza. Solo puedo decir que el Señor me ha enseñado a depender de El, a confiar en El y me ha preparado para servir en el ministerio como consejera, maestra, amiga y procuro servir de la mejor manera. Estoy muy agradecida por su amor y su perdón, por lo que hizo por mi, cuando ya nada tenía sentido. Estoy segura que para el Señor nada es imposible, rompe limites y para El no existen fronteras. Jesús te ama y por eso declaro que su fidelidad es grande y su amor eterno. Bienvenido y bienvenida a este blog y espero que sea de mucha bendición para tu vida.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Diario Devocional

Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo (2 Timoteo 2:19)
Algunas veces cuando nuestra débil tendencia provoca que tambaleemos bajo el peso del orgullo herido, olvidamos lo apasionadamente que nuestro Señor oró por la unidad de su pueblo, no solo para que el mundo supiera que el Padre lo envió, sino también para que el mundo supiera que el Padre nos ama. (Juan 17:23).
Es importante admitir la pérdida de confianza, conciencia y pasión espiritual que ocurre cuando los hijos de Dios se vuelven uno contra el otro, y por amargura, ira y crueldad, actúan como si nunca hubieran oído hablar de Cristo. La paz interna no proviene de saber de Cristo sino de conocerlo.
Yo lamento profundamente que mi familia en la cual crecí no hubo un buen cultivo en el corazón que fomentara la hermandad entre nosotros. Mis padres no nos enseñaron mucho sobre la unidad familiar y como consecuencia crecimos sin amarnos como deben amarse los hermanos. Hasta la fecha no hemos tenido con mis hermanos una cercanía que rompa esas ataduras del pasado, ni siquiera hay visitas y hay una indiferencia total de parte de ellos, hacia mi madre de quien cuido hace más de veinte años. Lo único que hago es orar por ellos y pedirle al Señor que los cuide, los bendiga y que su corazón se vuelva hacia Cristo para que sean renovadas sus vidas. Yo los amo a ellos como el Señor me ha enseñado.
Los padres deben con toda la extensión de la palabra fomentar la hermandad y la unidad familiar, no saben el daño emocional que causa en los hijos la indiferencia porque mata el deseo, el amor y la sinceridad. He procurado en mi matrimonio que mis hijos se mantengan unidos y lucho con ello porque siempre en el corazón de los jóvenes hay rebeldía, con la diferencia que ahora Cristo rige nuestras vidas y el que sale de la calzada el Señor lo introduce de nuevo.
Dios le bendiga en esta mañana y medite, el Señor le conoce a usted y pide que se aparte de iniquidad ame a los suyos, ame a los hermanos en la fe y aun aquellos que le aborrecen sin causa.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Diario Devocional

Mirad, bendecid a Jehová (Salmos 134:1)
¿Quiénes deben bendecir al Dios Altísimo? Los que hemos creído en El. Vosotros todos los siervos de Jehová, los que en la casa de Jehová estáis por las noches.
A veces pienso como será nuestra vida en el cielo, pienso en un lugar precioso, como estar en un palacio real, con amplios jardines, yo creo que cada uno lo visualiza según le gustaría, pero más que eso pienso en que veré a Dios cara a cara y esa es la espera y la permanencia en que ese día llegara.
¿Pero que se necesita para creer? La Fe. En el libro de hebreos encontramos la galería de los hombres de la fe y un solo versículo: Es, pues la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos (Hebreos 11:1-2). Vemos en detalle no solo las glorias sino también los sufrimientos que estas personas tuvieron para lograr sus bendiciones y reconocimientos.
Piense en su vida ¿Qué ha hecho hasta hoy? Todavía es tiempo para hacer algo, hagamos huella como las del pintor que imagina al Maestro de Galilea caminando sobre la arena en la playa y en cada paso que da sus sandalias quedan marcadas. Que nuestras marcas sean para recordar lo bueno, lo positivo, lo mejor que podemos hacer. Este cuerpo algún día se deshará y el alma subirá.
Bendiga a nuestro Dios desde el lugar donde está, en la condición que está, alégrese cuando vaya a la iglesia, al santuario dedicado al Señor. El Señor le bendiga en este día, le llene de favores, responda a sus necesidades y que su fe pueda crecer.

Oración: Querido Padre en el nombre de Jesús, ponemos nuestras vidas delante de ti y que nuestra dependencia sea solo de ti.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Diario Devocional

¿Quién ha creído a nuestro anuncio? (Isaías 53:1)

De acuerdo a la enseñanza de la Palabra y de todo lo que se habló en el AT (750-700 AC) sobre el nacimiento del Hijo de Dios, es en el libro de Isaías que encontramos dos profecías, una que anuncia el nacimiento y otra los sufrimientos del Redentor de la Humanidad. La primera uno de los anuncios más hermosos y sublimes que hemos encontrado y la segunda una de las más crueles.-
Porque un NIÑO nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz (Isaías 9:6). Más adelante en el Cap. 53 el mismo profeta anuncia sobre los sufrimientos del Mesías y que ya todos conocemos el cumplimiento en los evangelios del NT sobre la muerte y crucifixión.
v.3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Se ve en detalle el rechazo de la humanidad hacia el Mesías y Siervo, quien no solo sufrió abuso exterior, sino también profunda aflicción interior por la falta de gratitud por parte de aquellos que vino a salvar. A usted y a mí y al resto de la humanidad.
Fue Dios mismo que reveló a su siervo el profeta estas profecías. No ha pensado Usted que Dios ya sabe su vida, tanto su nacimiento como su muerte. Claro que sí. Desde ese punto por qué hace como quiere y no como el Señor demanda. Si vemos a Jesús según el V. 5 “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”. Usted y yo tengo tenemos una deuda por lo que Jesús hizo. No cree que merece que sus ojos se vuelvan al Dios Altísimo, se arrepienta de sus pecados y no volver atrás.
Alguna vez usted se ha preguntado: ¿Merecía el Señor haber muerto en mi lugar? Que puedo yo hacer para retribuir al Señor todo lo que ha hecho él por mí. Una ofensa para el Señor es el menosprecio al evangelio. “Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? (Rom. 10:16).
Que esta reflexión le ayude a meditar. No solo crea en Dios, sino ríndale su corazón y todo su ser.

martes, 13 de diciembre de 2011

Diario Devocional

Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Isaías 35:3

Fortaleza es la fuerza que viene a nuestra vida en aquellos momentos difíciles. La palabra está llena de palabras de aliento, porque el Señor sabe que la humanidad es débil pero que en El somos fuertes. Cualquiera que pase hoy una dificultad tenga la plena seguridad que así como vino el problema va a salir de él.
El Señor sostiene a los justos así lo dice el Salmos 37:17; Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo (Isaías 41:13; El redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, Aunque contra mí haya muchos Salmos 55:18. Y algo bien importante para que usted no se olvide de los favores de Dios, si puede memorícelo para que lo mantenga presente: Yo (dice el Señor) deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí (Isaías 44:22).
En estos días usted puede meditar, acérquese más a Dios, sienta su presencia. Muchas veces la incredulidad se presenta, sobre todo cuando mira el espacio infinito, como puede ser que haya un Dios tan grande que pudo haber hecho algo tan perfecto. Pero no mire lo expansión, mírese a sí mismo, tiene todo lo que necesita. Como pudo haberse formado su cuerpo en algo tan pequeño como el vientre de su madre. Respire, camine, huela, sienta, palpe, verdad que lo puede hacer, usted es una maravilla como tan grande es el firmamento. Si a usted no le falta ningún órgano, siente que está completo dele gloria a Dios. Y también tiene un corazón que no lo comparte, un corazón con carne, con emociones, allí está el alma y es única no pueden haber dos almas en un solo corazón. Si está débil fortalézcase en el Señor, afirme sus rodillas y siga adelante.
Bendiciones, que la paz de Cristo abunde en su corazón.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Diario Devocional

Bendito sea el Señor mi Roca, que adiestra mis manos para la guerra (Salmos 144:1) NVI
Las dificultades, problemas y otras situaciones nos amedrantan y cuando debemos enfrentarlas nos atemorizan, así deben sentir los hombres cuando salen a las guerras. Van de frente en representación de la patria la soberanía de su país y con valor dicen firmes. Pero dentro de su corazón me imagino sienten el dejar a su familia, el saber si volverán a verla, si volverán heridos o serán muertos en la batalla.
Los cristianos también enfrentamos batallas y lo hacemos a diario, declaramos ser más que vencedores pero en el fondo también sentimos algunos temores. No queremos salir heridos, muertos en la batalla y por eso nos aferramos a la Palabra: nuestro escudo es el Señor y El siempre irá con nosotros. Declaramos: No temeré porque el Señor está conmigo (Isaías 41: 10,13).
El salmista declara en este salmo 141: El es mi Dios amoroso, mi amparo, mi más alto escondite, mi libertador, mi escudo, en quien me refugio. Él es quien pone los pueblos a mis pies. Señor ¿Qué es el mortal para que lo cuides? ¿Qué es el mortal para que en él pienses? Todo mortal es como un suspiro; sus días son fugaces como una sombra.
Y esta es la realidad todo lo que el salmista David detalla es lo que necesita todo soldado que va a la guerra, todo cristiano que va a la batalla. Dios le bendiga en este día y pueda socorrerle en su necesidad. Póngase las vestiduras del soldado cristiano (Efesios 6:10), luche la buena batalla de la fe (2 Timoteo 2:1-5); esfuércese y sea muy valiente (Josué 1:7); pida abundancia para su casa (Salmos 144:13), que sus hijos sean bendecidos (Salmos 144:12) y proclame su salvación (Ro.10:9,10).
Oración: Querido Señor, en tu nombre Padre, ponemos nuestras vidas, que seamos hallados fieles y que contemos con tu respaldo donde quiera que vayamos.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Diario Devocional

Hay un tiempo para todo: Todo tiene su momento oportuno; un tiempo para todo lo que se hace debajo del cielo ((Eclesiastés 3:1)
Para que preocuparse tanto pensando ¿que será mañana? Todo tiene su momento dice el Señor en su Palabra. Una mujer vivía muy afanada en los quehaceres, se levantaba y lo primero que hacía era limpiar la casa, entre sus otros deberes tales como hacer comida y lo demás, pero era exagerada en pasar con la escoba y el trapeador todo el día, no podía ver un sucio en el piso porque ya lo estaba limpiando. Por las tardes se acostaba en una hamaca muy cansada y hacia la siesta una hora al menos. Esa era su rutina, tenía mucho afán porque su casa estuviera limpia.
Mateo 6:34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. Encontramos a través de la Biblia una serie de razones y explicaciones acerca de afanarse. No os afanéis por ser ricos, para quien trabajas tanto quien disfrutara de lo que amontonas (Ecl. 1:3); no os preocupéis que has de beber o comer, por el vestido, (Lucas 12:22) etc. El apóstol Pablo dice: Porque nada hemos traído a este mundo y por tanto nada llevaremos, mientras tengamos sustento y abrigo estemos contento con esto (1 Timoteo 6:7). En fin habrá muchas situaciones en cuanto al afán y por el otro extremo la pereza o la haraganería, ni lo uno ni lo otro, todo sea con equilibrio. Salomón describe en detalle acerca de lo que acontece debajo del sol: Todo tiene su momento oportuno:
Un tiempo de nacer y un tiempo de morir;
Un tiempo para plantar y un tiempo para cosechar;
Un tiempo para destruir y un tiempo para construir;
Un tiempo para llorar, y un tiempo para reír;
Un tiempo para estar de luto y un tiempo para saltar de gusto;
Un tiempo para abrazarse y un tiempo para despedirse;
Un tiempo para callar y otro tiempo para hablar; etc.

De nada sirve afanarse ¿Qué provecho saca quien trabaja, de tanto afanarse? Piense, medite, considere. Hay gente que amanece cansada y se acuesta cansada. En las oficinas vemos a empleados que se desgastan y al final de cuentas que queda de eso. Hay que ser responsables, honestos, amables, amigos, amorosos, hay que hacer lo que vale la pena pero hay que hacer todo con equilibrio. Finalmente piense en esta porción de la Palabra y saque sus propias conclusiones: Los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa (Marcos 9:19).
Que este su día sea lleno de bondades y felicidad. Hay un tiempo para todo.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Diario Devocional

¡Sálvense de esta generación perversa! Hechos 2:40-b)

Cuando descendió el Espíritu Santo después de la ascensión de Jesús el Cristo, su pueblo estaba reunido, me imagino había mucha consternación por los hechos que habían sucedido, ellos mantenían su esperanza de aquellas palabras y promesas que el Señor ya les había dicho, lo que iba a acontecer y lo que vendría después.
Leamos en el libro de Hechos cap. 2:1-2,4 (Biblia Nueva Versión Internacional). Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde estaban reunidos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo. Todos entendían el idioma que hablaban, estaban allí gente de diferentes regiones, pueblos, razas y todos entendían lo que uno y otro decía, hablaban su propia lengua materna. Unos judíos sorprendidos decían estaba pasando. ¿No son de galilea todos estos que están hablando? ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye hablar en su propia lengua materna? Ellos estaban desconcertados y perplejos. “¿Qué quiere decir esto?” Otros ser burlaban y decían: “lo que pasa es que están borrachos”.
En ese momento el apóstol Pedro interviene y toma la palabra y comienza a hacer una amplia disertación y les responde: “Compatriotas judíos y todos ustedes, que están en Jerusalén, déjenme explicarles lo que sucede; presten atención a lo que les voy a decir. Estos no están borrachos, como suponen ustedes. ¡Apenas son las nueve de la mañana! Sucede que el Espíritu Santo ha sido derramado en cada uno. Les habló del cumplimiento de la profecía del profeta Joel. Les exhortó y en su cara les dijo: Pueblo de Israel, escuchen esto: Jesús de Nazaret fue un hombre acreditado por Dios ante ustedes con milagros, señales y prodigios, los cuales realizó Dios entre ustedes por medio de él, como bien lo saben. Este fue entregado según el determinado propósito y el previo conocimiento de Dios; y por medio de gente malvada, ustedes lo mataron, clavándolo en la cruz.
Aquella gente quedó consternada y le dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: ¿Que debemos hacer? Pedro les responde: Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados y recibirán el don del Espíritu Santo. Añadió, esta promesa es para ustedes, para sus hijos, y para todos los extranjeros. Es decir para todos aquellos a quienes el Señor, nuestro Dios quiere llamar. ¡Sálvense de esta generación perversa!
¿Qué está haciendo usted ahora? ¿Ha tomado su decisión por Cristo? Cuantas veces le han compartido la Palabra y ha hecho oídos sordos. ¿No quiere salvarse de esta generación perversa? Le insto a reconocer sus pecados, a arrepentirse y a ser salvo o salva, para tener el derecho de la salvación, para recibir el don del Espíritu Santo y seguir siendo parte de los primeros tres mil que se añadieron aquel día y de los que se añaden a la iglesia hoy. Si lo hace será ganancia, si no lo hace lo lamentara terriblemente. Le motivo acepte a Jesús.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Diario Devocional

Las palabras del Señor son puras, son como la plata refinada, siete veces purificada en el crisol. (Salmos 12:6).

La pureza es símbolo de limpieza, huele rico, como decían nuestras abuelas cuando lavaban la ropa en el rio y la soleaban para que botara humor, blanqueara si la ropa era blanca y la volvían a lavar y luego se extendía en las piedras para que el sol la secara. Luego de recoger aquella ropa tendida olía a limpio, como dice mi esposo huele a ropa soleada.
La naturaleza nos enseña muchos procesos. Dios quiere en nuestra vida exactamente eso, como que podamos oler a limpio, que seamos deseados, que la gente quiera estar con nosotros. En la declaración de este pasaje del salmo 12 en la versión Nueva Versión Internacional leemos:
Sálvanos, Señor, que ya no hay gente fiel; ya no queda gente sincera en este mundo.
No hacen sino mentirse unos a otros; sus labios lisonjeros hablan con doblez.
El Señor cortará todo labio lisonjero y toda lengua jactanciosa que dice: “Venceremos con la lengua, en nuestros labios confiamos ¿Quién puede dominarnos a nosotros?
Dice el Señor: “voy ahora a levantarme. Y pondré a salvo los oprimidos, pues al pobre se le oprime y el necesitado se queja”.
Las palabras del Señor son puras, son como la plata refinada siete veces purificada en el crisol.
Tú, Señor, nos protegerás; tú siempre nos defenderás de esta gente, aun cuando los malvados sigan merodeando, y la maldad sea exaltada en este mundo.
Quiere usted ser purificado siete veces en el crisol o el horno. Sepa que duele, cada proceso duele, pero cada vez se va a ir purificando hasta quedar limpio, su olor será fragante, su perfume será de alto precio, codiciado, pero será suyo y de nadie más.
Oración: Querido Dios, en este día ponemos en tus manos de amor nuestras vidas, confesamos la necesidad de ser limpios cada día, ayúdanos tu a pasar estos procesos y decirte con el corazón que te amamos, eres nuestro Padre y no hay nadie como tú.

martes, 6 de diciembre de 2011

Diario Devocional

La mujer sabia edifica su casa; la necia, con sus manos la destruye. (Prov.14:1)
Se cuenta de una mujer que todos los días iba a la iglesia, se encargaba como voluntaria de hacer la limpieza, se esmeraba en todo lo que podía hacer. Durante su oficio siempre estaba cantando, tenía una bonita voz e inspirada hacia cuanto podía y era muy admirada por los demás. Un día faltó al ensayo del coro y el pastor dispuso pasar por su casa a visitarla. Cuando el pastor tocó a la puerta salió el esposo, fue la oportunidad de conocerse. El marido de esta hermana era apático, muy serio. Sentados en el sillón de la sala el pastor comenzó a decirle cuan admirada era su esposa para toda la iglesia. Le dijo: Su esposa es de mucha estima para todos nosotros, canta tan bonito, es dispuesta, siempre nos ha colaborado en la iglesia y nunca ha dicho que no. Hoy vine a visitarla porque no la vimos en el ensayo. De veras, contesto el hombre. Qué bueno que piensen así de ella, no así en la casa, ella siempre está gritando, no lava la ropa, vea en el baño para que confirme lo que digo, me pone a lavar los platos, hacer comida y tengo que alimentar a los niños, para ir aseado al trabajo debo lavar mi ropa y plancharla. No entiendo dijo el pastor, no puedo creer lo que me dice. Lo invito a la Iglesia, tal vez ustedes tienen algunas diferencias porque es necesario que Cristo gobierne en ambos corazones. El hombre le dijo: Jamás yo iré a su iglesia ni a ninguna, para ser como mí esposa, si hay infierno mejor me voy con el diablo, pues el infierno ya lo vivo desde ya.
El día siguiente llegó la hermana a la iglesia y muy dispuesta agarró la escoba, iba cantando. El pastor, la estaba esperando sentado en un sillón. La saludo y ella muy amable le respondió. El pastor le dijo: Hermana venga, siéntese, deje esa escoba, vamos a platicar. Ayer estuve en su casa y tuve la oportunidad de platicar con su esposo. En ese momento ella, lo interrumpe y le dice: ¡Ah, claro! sin duda habló pestes de mí. El pastor la dejó hablar, a ella se le olvidó que estaba en la Iglesia, que estaba hablando con el pastor y habló como suelen hacerlo las necias. El pastor muy paciente esperó a que ella terminara de hablar. Finalmente, le dijo: Hermana, usted tiene problemas. Hoy no va a ensayar, no va a hacer la limpieza, vaya para su casa, ordene su casa y atienda a su marido. Aquella mujer se enfureció y le dijo: mejor me voy de esta iglesia. El pastor le contestó: hermana, tómese su tiempo. Lo único que le puedo decir es que la mujer es corona de su marido (Prov.12:4), usted debe ser alabada por su esposo y sus hijos (Prov.31:28), usted debe edificar su casa, no actúe como una necia (Prov.14:1), usted es una hija de Dios. Ella no escuchó los consejos, se fue airada para su casa. Aun cuando el pastor fue a buscarla ella no abrió la puerta: Pero algo ocurrió, aquella primera visita fue el camino que Dios utilizó, el pastor siguió viéndose fuera de casa con el esposo de esta mujer. Fue de mucha alegría aquel día en que este hombre aceptó a Jesucristo como su Salvador. Paso un tiempo en que Dios estuvo trabajando en este hogar, finalmente ella reconoció su error, fue restablecida en su puesto hasta cuando supo que la familia es su primera iglesia, que debía honrar a su marido, que no se puede tener dos caras y que a Dios nadie lo puede engañar. Reconoció que debía edificar su casa en lugar de destruirla con sus manos y acciones.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Diario Devocional

Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre. (Sal. 118:1)

Es precioso cuando uno se despierta y lo primero en lo que piensa es en orar. Es delicioso levantarse aunque cuesta dejar el calor de la colcha, lo cómodo de la habitación, pero es más gratificante el tener un tiempo a solas con Dios.
Dar gracias es una acción, las primeras palabras al comenzar la oración es decir Padre, alegrarse porque está hablando con la máxima autoridad y poder deshacerse en palabras bonitas, es que uno ni se da cuenta del tiempo cuando está en el tiempo de la meditación. Luego abrir la Santa Palabra y comenzar a leer un pasaje como este del salmo 118, reconocer el gran amor de Dios que no es para un rato, es para siempre.
Al pueblo de Israel se le hizo cumplir esta declaración, proclamar “su gran amor perdura para siempre”. Puede usted en esta mañana y cada día de su vida hacer esta proclamación: “Su gran amor perdura para siempre”.
Que proclamen los que temen al Señor “su gran amor perdura para siempre”.
Desde mi angustia clamé al Señor y él respondió dándome libertad.
El Señor está conmigo, y no tengo miedo;
¿Qué me puede hacer un simple mortal?
El Señor está conmigo, él es mi ayuda;
Es mejor refugiarse en el Señor
Que confiar en el hombre.
Tus eres mi Dios, por eso te doy gracias;
Tus eres mi Dios, por eso te exalto.
Den gracias al Señor, porque él es bueno
Su gran amor perdura para siempre. (Sal. 118:2, 4,5,8,9,28,29).

Dios les siga bendiciendo en este día, permita que su presencia tome control de su vida y de su corazón, no olvide que todos los beneficios adquiridos no vienen del hombre sino de Dios.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Diario Devocional

Ríos en la soledad y agua en el desierto. (Isaías 41:17-18)

El 30 de abril de 2009 fue un día que quise que pasara tan rápido como la luz en el espacio, ese día le fue diagnosticado a mi madre la enfermedad del Alzheimer, fue un trago amargo que tuve que tragar, no podía digerir lo que el médico me decía. Al salir de la clínica yo estaba triste, el doctor fue muy crudo o realista con sus palabras, pero Dios estaba conmigo.
En aquel momento hablé con mi esposo y mis hijos, mi sobrino amado que es como mi hijo, en reunión familiar planteamos el asunto y doy gracias a Dios porque de la boca de mí amado esposo salieron palabras de aliento, sabiduría y consuelo, pastoreando mi vida y eso yo lo agradezco, igual de mis hijos.
Comparto el devocional de esta manera porque cada día el Señor ha sido mi sostén como dice el canto de nuestro himnario #378. Hoy en esta fecha pasados dos años hemos vivido este proceso, he tenido el apoyo moral y espiritual de los hermanos de la Iglesia, algunos me han hecho visitas, yo lo agradezco. He recibido el apoyo de amigos, amigas, compañeros y compañeras quienes me preguntan ¿Cómo esta su mamá? En momentos así uno quiere un abrazo, un cariño, una frase de aliento y ha sido la Palabra quien me ha sustentado. He aprendido muchas cosas de las cuales todas las tengo anotadas en mi mente, corazón y papel, quiero cumplir mi ministerio para trabajar con mujeres y jóvenes, visitar enfermos, atender al necesitado, cumplir con el propósito que Dios ha marcado en mi vida.
Ahora mi madre se encuentra muy delicada de salud, solo el Señor sabe cuánto tiempo me la dejará, puedo decir como el soldado “Misión cumplida”. Solo sé que el Señor nunca me ha dejado sola y se cumple el pasaje de Isaías 41:10 “No temas porque yo estoy contigo”. En aquel 30 de abril medite en mi cama y no puedo negar que llore como una niña y clamé con el alma a Jesús y le dije: Abrázame fuerte. Ahora escribo más tranquila, siento siempre punzadas en el pecho pero soy confortada día con día. Gracias a todos por su apoyo y sus oraciones.
A los que tienen a su madre viva, sírvanla, ámenla, díganselo, honren a su madre. Ahora que viene Navidad no vaya solamente con un regalo, dele tiempo a su madre y si tiene a su padre también, dedique tiempo de calidad para sus hijos y su cónyuge. Para los que pasan procesos como el mío, recuerden el Señor abrirá ríos en la soledad y dará agua en el desierto.

Bendiciones,

jueves, 1 de diciembre de 2011

Diario Devocional

La palabra del Señor dice que “En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia” Prov. 17:17.

Esta mañana meditaba en la Palabra de Dios y viendo que el ingrediente primario en una amistad es el amor. El tipo de amor fraterno simboliza el sentimiento profundo, sembrado y nacido hacia otra persona al que llamamos amigo y se acerca mucho al amor filial que se da entre padres e hijos. Es por ello que el Señor es claro al decir que un amigo es “COMO” un hermano en tiempo de angustia.
Con los amigos/as, compartimos, platicamos, hablamos de asuntos íntimos que no lo decimos a otro, se vuelve algo así como el confidente, porque usted lo considera “UN AMIGO”, pero por otro lado muchas personas han dejado de creer en los amigos/as porque en algún momento han sido traicionados o dejamos de ser amigos de la otra persona porque nosotros les hemos traicionado y por ello se deja de creer en la amistad.
Si usted tiene amigos valórelos, bendígalos, sírvales, que no sea del diente al labio sino algo que nazca de lo profundo del corazón. El salmista David tuvo un amigo que era Jonatán con quien entabló una amistad entrañable y llegó a quererlo como a sí mismo. En la versión Reina Valera leemos: E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a sí mismo. (1 Samuel 18:3).
 Un amigo es aquel que está contigo cuando te sientes solo.
 Un amigo es aquel que te perdona, aun cuando se le ha fallado
 Un amigo es quien pone su hombro para que llores y te consuela
 Un amigo es aquel que te entrega su amistad, su respeto y te ama
 Un amigo/a es aquel, a quien conociste un día y es con quien hoy compartes tu vida.

Dios bueno en el nombre de Jesús bendice los amigos, si hay alguien que ha tenido amistad y ahora se ha vuelto enemistad con alguien ayúdalos Señor a ser reconciliados, ponemos nuestras vidas delante de ti, perdónanos y bendícenos en Cristo Jesús Amen.