No temas porque yo estoy contigo

Esta página ha sido diseñada para transmitir mensajes cristianos. El que Cambio Mi Vida, nace con la idea de poder llegar a otras personas que como yo un dia creyeron que no habia esperanza. Solo puedo decir que el Señor me ha enseñado a depender de El, a confiar en El y me ha preparado para servir en el ministerio como consejera, maestra, amiga y procuro servir de la mejor manera. Estoy muy agradecida por su amor y su perdón, por lo que hizo por mi, cuando ya nada tenía sentido. Estoy segura que para el Señor nada es imposible, rompe limites y para El no existen fronteras. Jesús te ama y por eso declaro que su fidelidad es grande y su amor eterno. Bienvenido y bienvenida a este blog y espero que sea de mucha bendición para tu vida.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Diario Devocional

Las palabras del Señor son puras, son como la plata refinada, siete veces purificada en el crisol. (Salmos 12:6).

La pureza es símbolo de limpieza, huele rico, como decían nuestras abuelas cuando lavaban la ropa en el rio y la soleaban para que botara humor, blanqueara si la ropa era blanca y la volvían a lavar y luego se extendía en las piedras para que el sol la secara. Luego de recoger aquella ropa tendida olía a limpio, como dice mi esposo huele a ropa soleada.
La naturaleza nos enseña muchos procesos. Dios quiere en nuestra vida exactamente eso, como que podamos oler a limpio, que seamos deseados, que la gente quiera estar con nosotros. En la declaración de este pasaje del salmo 12 en la versión Nueva Versión Internacional leemos:
Sálvanos, Señor, que ya no hay gente fiel; ya no queda gente sincera en este mundo.
No hacen sino mentirse unos a otros; sus labios lisonjeros hablan con doblez.
El Señor cortará todo labio lisonjero y toda lengua jactanciosa que dice: “Venceremos con la lengua, en nuestros labios confiamos ¿Quién puede dominarnos a nosotros?
Dice el Señor: “voy ahora a levantarme. Y pondré a salvo los oprimidos, pues al pobre se le oprime y el necesitado se queja”.
Las palabras del Señor son puras, son como la plata refinada siete veces purificada en el crisol.
Tú, Señor, nos protegerás; tú siempre nos defenderás de esta gente, aun cuando los malvados sigan merodeando, y la maldad sea exaltada en este mundo.
Quiere usted ser purificado siete veces en el crisol o el horno. Sepa que duele, cada proceso duele, pero cada vez se va a ir purificando hasta quedar limpio, su olor será fragante, su perfume será de alto precio, codiciado, pero será suyo y de nadie más.
Oración: Querido Dios, en este día ponemos en tus manos de amor nuestras vidas, confesamos la necesidad de ser limpios cada día, ayúdanos tu a pasar estos procesos y decirte con el corazón que te amamos, eres nuestro Padre y no hay nadie como tú.

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