Hay un tiempo para todo: ¿Qué hago con mi vida? (Eclesiastés 3:1-8)
Cada uno de nosotros fue dotado de una preciosa porción llamada “VIDA”, unos la aprecian, otros la rechazan, otros la anhelan y otros la desperdician. Haciendo memoria y repitiendo lo que muchos adultos de mi edad y mayores hablan respecto a la vida lo narra Salomón (leer 3:1-11) los mayores hablan de sus experiencias.
Está por terminar el año y si hacemos una reflexión acerca de lo que nos propusimos hacer, lo que no logramos, pero algo de lo que haya hecho es bueno. Para iniciar el siguiente año no piense en el pasado como si fuera improductivo volver a intentarlo. Piense que quiere, apunte al blanco, establezca prioridades. Si quiere estudiar, aprender un oficio, hacer cambios en su vida, las flechas están en su mano, cada flecha es una oportunidad, de apuntar y pegar con gran seguridad.
Para ello, es necesario poner todo su paquete en las manos del Señor, crea realmente que si dependemos de Dios en todo, no va obtener todo lo que quiera o se proponga, pero estará seguro que como en el Banco tendrá un respaldo, un seguro, confiabilidad y la certeza que todo lo que intente tendrá la aprobación del Altísimo.
Cuando los guerreros salían a la batalla llevaban su arco, y en una aljaba llevaban guardadas sus flechas. Las flechas (nosotros) pueden estar solo en tres lugares distintos: En la aljaba, en el arco del valiente, y en los aires cuando ya fue lanzada. El impulso de lanzar y dar en el blanco:
- Toma tu arco, apunta y pega
- Las flechas están en manos del valiente
- Debe esforzarse en merecer lo que tiene
La vida es una oportunidad (llena) solo tienes que tomarlo. El Señor le dio la vida, el Señor le da oportunidades, el Señor le ofrece un camino que oriente su vida. Tome una decisión.
Bendiciones. Querido Dios, ayuda a quienes hoy tomarán una decisión que sea aprobada por ti.
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