Deuteronomio 5:16: Honra a tu padre y a tu madre como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.
Cuando eras niño, tus padres cuidaban de ti, cuando ellos son ancianos nos toca a nosotros cuidar de ellos. Es un deber nuestro. Considerando que no estamos pagándoles a ellos sus cuidados, sino estamos retribuyendo algo que ellos hicieron por nosotros antes, pues si se tratara de pagar nunca terminaríamos de hacerlo.
Los niños necesitan cambio de pañales, alimento suave, cariño, paciencia, amor, privaciones de sueño para cuidarlos especialmente cuando están enfermos, enseñarles a caminar, a comer, cantarles para que se duerman. En mi caso particular, eso hago con mi madre, ella es una paciente Alzheimer, es una anciana y todo lo que yo hago por ella lo hago con mucho amor, cuando viene la desesperación, la impotencia de no poder hacer algo o cambios por causa de la enfermedad, vuelvo los ojos a Dios, y con lagrimas muchas veces clamo, pido, suplico, tal vez no recibo la respuesta que yo espero, pero la cobertura que recibo de mi Padre me es suficiente.
Honra a tu padre y a tu madre como Jehová tu Dios te ha mandado. Si usted tiene a su papá o su mamá y tiene la oportunidad de servirle, hágalo sin ningún pesar. Todo lo que haga por ellos Dios lo ve con agrado. En muchos hogares, hay ancianos que sufren, hay padres que sufren porque los hijos son malcriados, desobedientes y causan dolor a un corazón que ya está debilitado. No es correcto abandonar a nuestros padres en la vejez, mucho menos que reciban malos tratos y abandono.
La palabra de Dios nos enseña cómo debemos tratar a las personas mayores, revistase hoy de humildad en el corazón, pídale al Señor paciencia, sabiduría y un actuar de forma correcta. Mateo 15:4 Porque Dios mando diciendo: Honra a tu Padre y a tu Madre: y el que maldiga el padre o a la madre muera irremisiblemente. Levítico 19:32 Delante de las canas te levantarás, y honraras el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová. Proverbios 4:1-3 Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, y estad atentos, para que conozcáis cordura. 2. Porque os doy buena enseñanza; no desamparéis mi ley. 3. Porque yo también fui hijo de mi padre, Delicado y único delante de mi madre.
Hagamos hoy un compromiso delante del Señor, honremos a nuestros padres con el respeto, protección, amor, cuidados. No lo abandone.
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