No ames al mundo (I Juan 2:15)
El Señor Jesús vino a la tierra a cumplir una misión. Una misión es una encomienda que se hace a alguien para que la cumpla contra toda adversidad. Aquellos hombres que han sido soldados se dan cuenta lo que significa cumplir una misión. Jesús vino a mostrar un camino mejor.
A través de la Palabra el Señor nos dice que no amemos al mundo ni las cosas que están en el mundo. El mundo puede ser interpretado de varias maneras, primero el universo o planeta que habitamos; Mundo como la totalidad de los hombres que lo pueblan; y Mundo en el ámbito espiritual los ofrecimientos al hombre que por ser natural cae y contamina el alma. Pero para los que hemos creído y existe un verdadero temor a Dios este tipo libertad está vedado porque hemos declarado una vida limpia delante del Dios.
Es importante hacer ver la comunión con Dios, ya que se refleja en nuestra conducta, comporta una separación del mal. El escritor de la carta de Juan exhorta a los creyentes a permanecer separados del mundo y de sus concupiscencias, ya que el mundo es pasajero y enemigo de Dios; por lo que no se puede amar juntamente con Dios al mundo. Como creyentes somos exhortados a permanecer separados del mundo y de todo lo que el mundo ofrece, ya que el amor de Dios y el amor del mundo son incompatibles (comentario Mathew.Henry).
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del Mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre (I Juan 2:15-17)
Hay muchas razones para separarse del mundo. Haced morir, pues lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos, y avaricia que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivías en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndonos despojado del viejo hombre con sus hechos. Y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno… y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Ademas de otros pecados como la borrachera, la lujuria, las maldiciones, brujería, prostitución, vicios, deshonra a los padres, desobediencia a Dios y su Palabra, etc.
Medite en esta hora y piense que es lo más conveniente. Ore y pida al Señor las fuerzas para vivir una nueva vida, una vida en plenitud con la ayuda del Señor, deje el mundo y siga el Camino de los que seguimos a Dios.
Bendiciones,
Si tiene peticiones de oración o necesita un consejo escriba a yireh16@yahoo.com.ar
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