Las palabras de Jehová son palabras limpias, Como plata refinada en horno de tierra, Purificada siete veces. (Salmos 12:6)
Qué bien se siente platicar con una persona que piensa en positivo, que sus palabras son limpias, esto no lo puede hacer nadie más que Dios haciendo una obra completa en aquel que le ha entregado su vida. Conozco a Mirna, mi compañera de trabajo, desde que la conocí ha mantenido su fe y posición cristiana. Siempre con gozo alabando al Señor, apacible, tranquila, amable, servicial, conoce mucho de la Biblia, comparte con otros lo que ella está aprendiendo. Me gozo en verla, que aun en las dificultades que todo ser humano atraviesa en cualquier momento, ella mantiene la calma y espera en el Señor.
Quizás pase desapercibido este modo de ser, pero Dios quiere que seamos así. El dice que seamos mansos, humildes de corazón. Lastimosamente en el mundo en el entorno que vivimos, la gente que mas alcanza y goza de posiciones altas es la rencillosa, altanera, egoísta, que se va metiendo y colando hasta que llega donde quiere llegar. Me pregunto, porque estas personas llegan a donde quieren llegar, llevándose de encuentro a otras personas sin menoscabo de lo que sientan. Pero lo cierto es y el Señor ha dicho: Jehová destruirá todos los labios lisonjeros, Y la lengua que habla jactanciosamente (v.3).
También, lo sé, que para los que hemos buscado el camino de Dios, nuestra vida continuara como Mirna la vive, en paz y tranquilidad, no solo ella, muchos hermanos en Cristo. No tenemos todo, pero decimos gracias por lo poco o mucho que tengamos. Disfrutamos cada día, cada despertar y vamos a la cama con un sueño tranquilo.
Dios le bendiga a usted en este día, la vida es un regalo, esté contento con lo que tiene ahora, pues el Señor ha dicho, bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. El Señor ha hecho una promesa, El nos preservará hasta la posteridad.
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