Es esperar aunque no vea la respuesta (Fil. 1:5)
¿Si hemos creído y decimos tener FE porque entonces flaquea nuestra fe? ¿Por qué oramos esperando recibir algo pero a la vez negamos que la respuesta venga? Podemos hablar mucho de la fe, pero siento en mi corazón sin temor a equivocarme que la fe tiene que ser practicada. Muchas veces decimos, por no decir “siempre”, “yo tengo fe”,” yo uso la fe”, “no dudo de mi fe”. Pero si esto es cierto, porque flaquea su fe.
En la Biblia podemos encontrar muchos pasajes que nos confortan en momentos de la aflicción, cuando queremos una respuesta, cuando vamos a tomar una decisión, pero hay un paso, un solo paso que dar, que nos hace dudar y flaquea la fe. No te he dicho dice el Señor, que si tuvieres fe como un grano de mostaza le dirías a este monte quítate de aquí y pásate allá. Y se pasará allá. (Mateo 17:20) Es una parábola, difícilmente esto podría ocurrir concretamente, pero el Señor está diciendo, “cree, pide, solamente cree y yo pasaré al otro lado tu problema”.
Amado, hermano, hermana, quizás en este preciso momento usted está pasando una dificultad, tal vez está pasando por situaciones que no esperaba, a lo mejor no puede encontrar la respuesta, quizás está esperando confiadamente. De la manera que sea, en mi vida he podido comprobar que la fe es ejercitada, es saber esperar, es confiar, es dejarse caer en las manos de Jesús cuando ya no puedes hacer nada.
Sufrí mucho con la enfermedad de mi madre, ella llegó al postramiento y yo le decía al Señor ¿Por qué ella sin merecerlo padece tanto, no puedo comparar su dolor sino con el siervo Job y el Señor me decía en su Palabra: Confía. Ten fe, que no desmaye tu corazón, yo estoy contigo, no desmayes porque yo soy tu Dios. Mi madre tuvo sus últimos días con dolor pero confesaba la paz y el lugar que Dios tenia para ella y que vendría por ella.
Fue el Señor quien me dio las fuerzas y no solo a mi sino a mi familia para sobrellevar esta situación. Hubo un día estando de rodillas, llorando que le dije: Señor, ya no puedo, ya no puedo ver más el sufrimiento de mi madre, si no la levantaras de esa cama, es mejor que esté contigo. Me duele decirte esto, pero es más el dolor que no soporto verla así. Mi fe era que ella se levantara sana de esa cama, pero el Señor me enseño que la fe de vivir una circunstancia así era para que mi corazón fuera más sensible al dolor, abrazar al que sufre, consolar al que está triste, llorar con dolor verdadero El consolaba mi corazón. El día del funeral con todo mi dolor yo tenía paz y consuelo sobreabundante de parte de Dios y de todos aquellos que me acompañaron en el duelo. Hoy mi madre cumple cinco meses de haber partido a lugar que Dios le tenía preparado.
Puedo decir más, aprendí también lo que el Señor ha dicho por medio del apóstol Pablo: estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo (Filipenses 1:5). Aprendí muchas cosas, el Señor me enseño a depender de Él y que mi fe no dudara sino creyera. Que todas las cosas que me han sucedido han redundado para bien, entonces finalmente doy gracias a mi Dios. Dios le anime a usted también, sea cual sea el proceso que esté atravesando, Dios nunca nos dejará ni nos desamparará.
Bendiciones,
No hay comentarios:
Publicar un comentario