Familias destruidas,cómo pueden ser restauradas.
Nuestra sociedad denominada para este tiempo “moderna” en lugar de avanzar hacia los principios éticos y morales de la familia más bien ha venido siendo derruida por muchos factores, especialmente por la ausencia tanto del padre o de la madre o de alguno de ellos, produciendo hijos abandonados, aislados, deprimidos, enojados, libertinos, endurecidos de corazón, quienes cuando llegan a formar una familia son padres irresponsables repitiendo un ciclo de violencia, dolor, indiferencia y nuevamente ausencia de valores y principios donde debe descansar la sociedad. Este es el tipo de sociedad que tenemos hoy.
¿Cómo hacer para reconstruir lo derruido? Pues volviendo a las bases bíblicas, a los principios dados por Dios, leyes que fueron escritas no solo para los israelitas sino para nosotros también. Los mandamientos, estatutos y preceptos son para que los enseñemos a nuestros hijos, para ponerlos por obra, para temer al Señor, tanto usted, su hijo, y el hijo de sus hijos, todos los días de su vida, para que sus días sean prolongados. Deuteronomio 6:1-9.
He aquí una declaración que debe hacerla propia: Deuteronomio 6:5. Y amarás a Jehová tú Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 6. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7. y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9. Y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Haga uso de esta palabra, aprópiese de las promesas, vuelva a los principios bíblicos. Y cumpla su deber de padre o madre, la ausencia del padre trae destrucción. Dios llama al hombre a ser temeroso de Él. El padre debe ser responsable delante de Dios y su familia. (Salmos 128:4) La falta de paternidad hace que los jóvenes busquen pareja mucho mayores que ellos. Los hijos de familias destruidas crecerán inestables, inseguros de sí mismos, se harán falsas ilusiones. Hoy día muchos jóvenes se están inclinando hacia su mismo sexo (mujer/mujer; varón/varón) lo que se llama sociedad lésbica/gay que es muy alarmante.
El llamado es que como padres oremos por nuestros hijos, usted puede hacer que su familia tenga gozo en el cielo o puede hacer que su familia sea atormentada en el infierno maltratados por Satanás. Los que hemos creído en Jesucristo somos una familia marcada por la esperanza, paz, generaciones benditas. ¿Quiere usted formar parte de los que construyen? (Lea Salmos 128).
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