Diario Devocional

Jehová te guardará de todo mal. (Salmos 121:7)
Inspira confianza saber que hay alguien que cuida de uno, como los niños cuando son bebes ellos no pueden valerse por sí mismos, pero hay alguien que cuida de ellos, que los ama y harían lo que fuera porque el niño esté a salvo, bien alimentado y con todos los cuidados que requiere en esta etapa de su vida. Igual cuando van creciendo ocuparan los cuidados de alguien a su lado, con un poco de independencia irá desarrollando sus capacidades hasta ser un adulto. De igual forma Dios cuida de nosotros, siendo Espíritu pues no podemos verlo pero si sentirlo en cada paso.
Es maravilloso tener un Dios Supremo, pues aun cuando uno no ve de donde vendrá ese socorro, sabemos a ciencia cierta que viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra. Que jamás permitirá de su parte que nuestro pie caiga en el resbaladero, el no duerme por tanto estamos seguros que cuida de nosotros. El es su guardador, es su sombra a su mano derecha, el sol no le fatigara de día ni la luna de noche. Cuando somos niños tenemos miedo a la oscuridad pero andando en Cristo no habrá temor de ninguna tiniebla, dificultad, aun andando de noche El será luz a nuestros ojos.
El Señor le guardará de todo mal, el guardará su alma, el Señor guardará su salida y su entrada desde ahora y para siempre. Tome estas promesas, ya que son verdaderas. Podría comenzar este día contándole una historia pero me da más gusto referirme a la Palabra porque de ella mana la vida, ella es fuente de bendición, es alimento para el alma alegre o afligida. En fin es todo. Comience este día glorificando el nombre de Dios. Si tiene dificultad para hablar con Dios piense que es como marcar un número telefónico y al otro lado estará el Señor escuchándole, no crea que no le escucha, El es tan caballeroso que deja hablar a las personas, no piense en el consumo del gasto, el tiene todo el tiempo del mundo y no crea que lo aburre, antes de que usted lo diga, El ya sabe lo que usted va a decir, pero así como nosotros los padres sabemos que necesitan nuestros hijos nos gusta escucharles pedir algo para dárselos.
Recuerde la fuente de bendición es inagotable y no olvide que el Señor le guardará siempre de todo mal. Las cosas que nos suceden es porque vivimos en un mundo lleno de conflictos pero salvos por fe.