No tomes venganza a causa de tus enemigos.
Romanos 12: 19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la VENGANZA, yo pagaré, dice el Señor.
Hay diferentes motivos y razones que Usted quiere que Dios actúe ya en defensa suya, quiere ver con sus ojos al enemigo caer, quiere tomar en sus manos al enemigo para destruirlo y vengarse por algo que le ha hecho. El Señor dice: Mía es la venganza, yo pagaré (Heb. 10:30).
Hay secretos que se llevan en el corazón que nunca mueren, que están tan metidos dentro del alma y nunca se van porque nosotros los hacemos vivir. Hay sentimientos de odio, rechazo, ira, deseos malignos que impiden que el Señor haga la obra. Muchas de las veces culpamos a Dios por no habernos defendido a tiempo.
Tenemos el ejemplo de la deshonra de Dina la hija de Lea y Jacob (Israel) como sus hermanos la defendieron y actuaron en venganza en contra de Siquem hijo de Hamor; también el caso de Tamar y Absalón, ambos hijos del Rey David. Absalón deshonró a su propia hermana, quebrantando el corazón de su padre y de su pueblo.
Cuantas mujeres, niños, niñas, jóvenes han recibido maltrato o abusos ya sea físico o sicológico, en ambos puntos el corazón se lastima, se hiere y es una herida que no se cura, pero crean que hay uno que vela por nosotros, a quien podemos ir para confesarle nuestros sentimientos y podemos confiar. No está en nosotras actuar en venganza, el Señor lo hará. Créalo.
Querido Dios en esta mañana muchas gracias por la oportunidad de escudriñar tu Palabra, aprender que debemos depender totalmente de ti. Por favor cuida de mi familia, mis hijos, hijas, mi vida. Señor saca del corazón toda dolencia, heridas en el alma, maltrato y abuso ya sea infantil o en alguna época de la vida de las personas que leen estos mensajes. Tal vez estén viviendo algo así, pero Padre por favor ayúdales. Solo tú puedes hacerlo, confío en ti que así será.
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