No temas porque yo estoy contigo

Esta página ha sido diseñada para transmitir mensajes cristianos. El que Cambio Mi Vida, nace con la idea de poder llegar a otras personas que como yo un dia creyeron que no habia esperanza. Solo puedo decir que el Señor me ha enseñado a depender de El, a confiar en El y me ha preparado para servir en el ministerio como consejera, maestra, amiga y procuro servir de la mejor manera. Estoy muy agradecida por su amor y su perdón, por lo que hizo por mi, cuando ya nada tenía sentido. Estoy segura que para el Señor nada es imposible, rompe limites y para El no existen fronteras. Jesús te ama y por eso declaro que su fidelidad es grande y su amor eterno. Bienvenido y bienvenida a este blog y espero que sea de mucha bendición para tu vida.

martes, 31 de enero de 2012

Diario Devocional

Santificaos. Y Josué dijo al pueblo: Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros. (Josué 3:5)
¿Cree usted en los milagros? Sin duda que sí. ¿Cree al Dios de los milagros? Cree que fue posible que el mar rojo se abriera para que el pueblo que salió hacia la libertad que provenían de Egipto pasara, que delante había una inmensidad de agua donde podrían haberse ahogado y detrás los enemigos en carros de a caballo con lanzas y espadas para matarlos. Ver el poder de Dios manifestado en ciegos, sordos, mudos, cojos, mancos, mujeres estériles, resucitar muertos, el perdón ante una multitud que apedreaba aquellos que habían cometido pecados viles o lo que unos consideran pecados más graves, nacer de una mujer y ser cien por ciento Dios y cien por ciento hombre. En fin eso es un milagro.
Moisés había muerto y su sucesor Josué estaba por pasar el Jordán, otra vez se encontraron con el agua, esta vez un río, el arca va delante, el pueblo tenia que seguir detrás, fueron los sacerdotes los primeros que pusieron su pie en el agua cuando de pronto de las fuentes da arriba el agua se detuvo como una represa donde los muros impidieron el paso del agua, el pueblo pasaría como en seco por medio del Jordán. Una vez más se manifestó la gloria y el poder de Dios que como estuvo con Moisés lo estaría con Josué.
¿Cuál fue una de las señales para poder pasar? Primero santificarse (v.5), segundo aprender a escuchar la voz de Jehová (v.9), que hoy día no escuchamos la voz audible pero si el usa muchas formas y maneras para hablarnos, ya sea por su Palabra, una alabanza, un mensaje, a través de sus servidores pastores, sacerdotes, ministros, etc.
¿En qué conoceremos que el Dios viviente está en medio de nosotros? En que el echara de delante de nosotros a los enemigos. (v.10).
Rinda gracias a Dios en este día, no vea sus circunstancias sino al Dios de poder, al que le librará de las tempestades, del horno de fuego, de las dificultades, crea realmente que siempre ha estado a su lado. Dios hará maravillas en su vida.

lunes, 30 de enero de 2012

Diario Devocional

No temas porque yo estoy contigo (Isaías 41:13)
Caminaba por una calle rumbo a mi centro de trabajo y le decía al Señor como yo me sentía en ese momento. El Señor me dio minutos después por medio de su Escritura este pasaje que ha sido mi cayado durante los últimos 14 años. Como podría olvidar una promesa tan palpable y real.
Sucede que muchas veces queremos que el Señor nos ande cargados, atienda de inmediato nuestras necesidades, responda como quien aprieta un botón y asunto solucionado. No es así. Siempre habrá un tiempo para todo, debe uno esforzarse, saber esperar, confiar y creer que recibirá aquello en el tiempo oportuno.
Realmente nunca he estado sola y una vez más el Señor me confirma su presencia en mi vida. Igual para usted. Si está pasando alguna dificultad, está perdiendo el aliento y la esperanza de lo que ha pedido, no desmaye su corazón, siga pidiendo, siga esperando, siga confiando. La promesa se cumplirá. En tanto sigamos rindiendo este corazón al Señor, cada día, todos los días, durante las 24 horas del día y en todas las estaciones del año.
Isaías (41:10-13) 10. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
11. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo.
12. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra.
13. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.

Dios le continúe bendiciendo y enriquézcase a través del estudio de la Palabra, de las riquezas de su gloria y la fortaleza que viene a su vida día con día. No tema porque el Señor está con usted.

viernes, 27 de enero de 2012

Diario Devocional

He aquí se ha acercado el día de tu muerte (Deuteronomio 31:14).
Continuamente confesamos que la muerte es algo natural que tenga que pasar en cualquier momento. Cuando uno es joven piensa que los más próximos a morir son los ancianos y hasta muchos dicen “está viviendo las horas extras”. Cuando somos creyentes decimos: “para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia” (Filipenses 1:21). Pero cuando alguien está enfermo y cae en cama, lo primero que pedimos es que el Señor le restaure y lo sane, lo levante y esa es la petición del corazón.
Si realmente el vivir el Cristo y el morir es ganancia, entonces para que preocuparse. Sucede de cierto modo que la muerte es causa de dolor, separación, tristeza, angustia, se pide la vida cuando uno tiene los hijos pequeños, cuando hay un futuro prometedor por delante, cuando la persona que sobreviva quedará sola, cuando no soportará el dolor y la separación.
Cuando Moisés iba a morir, le fue anunciado de parte de Dios: He aquí se ha acercado el día de tu muerte; llama a Josué y esperad en el tabernáculo de reunión para que yo le dé el cargo. Fueron pues Moises y Josué y esperaron en el tabernáculo de reunión y Jehová se manifestó. Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, tú vas a dormir con tus padres… (v.14-16). No se encuentra que Moisés haya llorado porque estaba aferrado a esta vida, ya tenía 120 años, pero bien pudo vivir más. Lo que a él le dolió fue no haber entrado a la tierra prometida, fue su sucesor Josué quien pasó con el pueblo, Moisés solo tuvo el placer de contemplar de lejos desde el monte de Abarim, al monte Nebo situado en la tierra de Moab que está al frente de Jericó y mirar la tierra de Canaán que Jehová Dios heredaba al pueblo de Israel.
Piense usted por un momento, si Dios le dice que morirá, que es la hora que el ángel de la muerte venga por usted, sentir el frio y la presencia de este espíritu que viene en hora y fecha señalada. Le dará tiempo de arreglar sus asuntos, como pidió el rey Ezequías, (2 Reyes 20:1). ¿Estará usted a cuentas con Dios en este momento de su partida? ¿Le dirá ven muerte de todas formas para mí el morir es ganancia? ¿Cuál será su reacción?
Asegúrese en primer lugar de su salvación (Romanos 10:9-10). Que aun cuando la muerte venga, tendrá la paz del siervo Moisés, que estará tranquilo o tranquila al momento de partir y que dejará un legado a su familia, un cumplimiento de promesa que dormiremos con nuestros padres, su obra aquí en la tierra habrá terminado. No se trata de que tenga miedo, sino más bien valor. Dios le siga bendiciendo, prospere su camino y alumbre como una antorcha en la oscuridad en todos los aspectos de su vida.

jueves, 26 de enero de 2012

Diario Devocional

Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios (Deuteronomio 29:29).
He estado estudiando el libro de Deuteronomio y encuentro casi al final de los capítulos una respuesta que cualquier ateo, impío y creyente hace. ¿Por qué Dios hace esto, permite lo otro, etc.? No hay respuesta que el ser humano pueda concretar a la luz de su propio pensamiento. Encuentro que Dios está hablando continuamente y es a través de las Sagradas Escrituras donde han quedado plasmados los dictados para ser transmitidos al hombre. Si el hombre no va a las Escrituras divagará y su análisis o búsquedas de repuestas serán meramente humanos.
Deuteronomio hace referencia a la Ley o Enseñanzas de Dios, se ubica en el quinto libro de la Ley, hace un recuento de la historia de las promesas de Dios, el recorrido del pueblo israelita hasta llegar a la tierra prometida, los conflictos y dificultades que encontrarían en el camino, el ánimo que Dios pone a través de su siervo Moises para que su corazón no desmaye y que su pueblo escogido crea siempre a las promesas de Dios. Describe en detalle de los Diez Mandamientos y otros aspectos tocantes a la ley. Al llegar al capítulo 29 expresamente el verso 29 nos damos cuenta acerca de lo que Dios hace, porque lo hace y no nos queda más que aceptar y creer que su Soberanía sobrepasa a la mente humana.
Todos nosotros también hemos pasado por el camino de Egipto (metafóricamente hablando), caminado el desierto, nos hemos encontrado con gigantes, gente armada, enemigos por doquier, hemos sentido sed de justicia, de amor y de perdón. Pero hay una promesa que alienta sobremanera y es tal como Jehová dijo: “Y yo os he traído cuarenta años en el desierto; vuestros vestidos no se han envejecido sobre vosotros, ni vuestro calzado se ha envejecido sobre vuestro pie”.
Y es cierto Dios ha hecho mucho por nosotros, pero a veces es más fuerte la queja, el desaliento, sentir la soledad y el vacio y culpar a Dios aunque no lo digamos verbalmente por lo que nos pasa. Le motivo a creer en la fidelidad de Dios, no piense que Dios es un ser que anda con látigo para que se cumpla la ley, sabemos que El es amor, que no hay más demostración que lo que hizo al entregar su Hijo. Que hay cosas secretas que solo a Él pertenecen y a nosotros nos queda obedecer, creer y someternos a un Dios que dará la cara por nosotros en cualquier circunstancia. Que Dios siga añadiendo bendiciones a su vida, prospere y cambie aquellos aspectos que todavía son débiles.